Uno de los mayores problemas de la industria del café en la actualidad es un problema que el sector lleva tratando de resolver desde hace más de 40 años.
¡El agua!
Para hacer un café o un té de gran sabor es necesario tener un agua de gran sabor y esto siempre ha sido un tema polémico y problemático para la industria de la venta de café y té debido a los numerosos problemas de sabor y también de fiabilidad de las máquinas.
Recientes artículos de prensa han comentado la necesidad de establecer criterios claros sobre la cantidad de calcio y magnesio en el agua. Los baristas y otros "expertos" en café han afirmado que se necesitan altos niveles de estos elementos para extraer el sabor del café y el té. Estas opiniones han dividido al sector, ya que existen opciones contradictorias en la industria que confunden a todas las partes implicadas.
El principal problema para los operadores de máquinas/empresas de servicios es que el agua de nuestro país cambia constantemente y, en algunas zonas, las empresas de suministro de agua mezclan con frecuencia el agua local con otra procedente de todo el país, lo que provoca niveles de pH fluctuantes.
El agua neutra tiene un pH de 7, por lo que cualquier cosa que disminuya el pH de forma drástica podría provocar un agua ácida. La escala de dureza del pH es logarítmica y, en consecuencia, cada valor entero de pH por debajo de 7 es diez veces más ácido que el valor anterior. Por ejemplo, un valor de pH 4 es diez veces más ácido que un pH 5 y 100 veces más ácido que un pH 6.
El problema del agua ácida puede hacer que el consumidor experimente bebidas con sabor amargo o metálico. Lo ideal es respetar un mínimo de 6,5 en todas las máquinas de café/té, siempre que sea posible.
Muchos fabricantes de filtros que utilizan resinas de intercambio iónico tienen que mezclar el agua en cantidades siempre cambiantes para encontrar los niveles óptimos de pH, lo que puede ser un trabajo muy complejo que debe ser realizado por ingenieros con la experiencia adecuada.
Otro problema es la fiabilidad de las máquinas debido a la acumulación de incrustaciones, ya que esto cuesta a la industria millones de horas de trabajo perdidas durante un año y es uno de los costes cada vez mayores. El sector lleva años intentando encontrar una solución a este problema y ha estado utilizando una mezcla de sistemas de tratamiento de agua con alto contenido en calcio que ayudan a eliminar los minerales que pueden causar problemas de incrustación con el tiempo.
Una acumulación excesiva de cal puede hacer que las máquinas se averíen con problemas como tuberías obstruidas, problemas de control de la temperatura, fugas, etc., lo que a su vez puede dejar al cliente sin máquina y con un servicio costoso. Las empresas de servicios equilibran constantemente las necesidades de filtración del agua local para no afectar al sabor de los productos, junto con una filtración y un mantenimiento rentables.